La terapia de oxígeno brinda oxígeno purificado a aquellas personas que tienen una condición de salud que no les permite obtener la cantidad suficiente de este vital gas, o según la coyuntura actual, también ayuda a aquellos pacientes tratados por COVID-19 que sufren aún de estragos y requieren de apoyo respiratorio.
Tabla de Contenido
¿Cómo ayuda la terapia de oxígeno?
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos nos menciona los beneficios potenciales de este tratamiento:
- Ayuda a mejorar la falta de aire.
- Mejora la calidad del sueño, si te encuentras agobiado(a) por un trastorno de la respiración durante el sueño.
- Mejora de la calidad y la esperanza de vida para algunas personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
¿Cómo saber si necesito terapia de oxígeno?
La terapia de oxígeno es prescrita a personas que no pueden obtener suficiente oxígeno por su cuenta. Esto a menudo ocurre debido a una afección pulmonar, la cual impide que los pulmones absorban oxígeno adecuadamente. Entre las principales afecciones de este tipo se encuentran:
- EPOC
- Neumonía
- Asma
- Displasia o subdesarrollo de los pulmones en los recién nacidos
- Insuficiencia cardiaca
- Fibrosis quística
- Apnea del sueño
- Enfisema pulmonar
- Trauma en el sistema respiratorio
Para determinar si un paciente se beneficiará de la terapia de oxígeno, los médicos pondrán a prueba la cantidad de oxígeno en su sangre. Los niveles bajos significan que una persona puede ser un buen candidato para el oxígeno suplementario. Algunas personas necesitan terapia de oxígeno todo el tiempo, mientras que otras solo lo necesitan ocasionalmente o en ciertas situaciones.
Opciones para realizar una terapia de oxígeno
Algunas oxigenoterapias se realizan en el consultorio del médico, pero existen personas que requieren un suministro de oxígeno en sus hogares o un sistema de oxigenación portátil. En este caso podría optarse por un balón de oxígeno, pero ello implica altos gastos para realizar las cargas, el transporte y estragos por la movilización. La opción más adecuada es un generador de oxígeno, pues no requiere de la utilización de balones de oxígeno, la alternativa es la purificación del aire del ambiente. Estos concentradores vienen en presentaciones de 5 y 10 litros y distintos tipos de filtro para llegar al porcentaje de purificación necesaria para el tratamiento de un paciente en su terapia de oxígeno.
Tanto el oxígeno gaseoso como el líquido pueden ser almacenados en un tanque portátil. El oxígeno líquido está mucho más concentrado, por lo que este puede caber en un tanque más pequeño. Lo anterior es útil para las personas que son muy activas, pero se evaporará si no se utiliza de manera oportuna.
Una gran cantidad de personas que requiere terapia de oxígeno lleva una vida normal y activa, incluso aquellas que padecen condiciones crónicas. En muchos casos, el tratamiento ayuda a aumentar la resistencia, reducir la falta de aliento, y hacer que la actividad cotidiana sea más fácil, así como a aumentar la esperanza de vida.
Aunque el oxígeno es un gas no inflamable, es necesario para la combustión. Los incendios en áreas con exceso de oxígeno son más propensos a diseminarse con mayor rapidez. Toma tus precauciones con los tanques de oxígeno alrededor de las llamas abiertas y calentadores, y asegúrate de almacenarlos de manera segura en tu casa.